¿Qué es On-Premises?
On-premises se refiere a un entorno de TI en el que los datos, el software y la infraestructura de una empresa se alojan localmente dentro de sus propias instalaciones físicas. Esto significa que todos los servidores, dispositivos de almacenamiento y hardware de red son instalados, operados y mantenidos por la propia organización o bajo la supervisión de un tercero de confianza. A diferencia de las soluciones en la nube, en las que los recursos son gestionados fuera de las instalaciones por un proveedor externo, los sistemas locales están totalmente controlados y asegurados por la empresa, lo que permite a las organizaciones decidir qué departamentos tienen acceso y priorizar la asignación de recursos en función de sus necesidades.
Este modelo de despliegue ha sido un enfoque tradicional en TI, ya que ofrece una soberanía de datos completa, mayores opciones de personalización y una seguridad mejorada. Las empresas que optan por una infraestructura local son responsables de adquirir, configurar y mantener el hardware y el software, lo que incluye gestionar las actualizaciones del sistema, los parches de seguridad y las copias de seguridad de los datos. Aunque esto puede requerir una importante inversión de capital y conocimientos técnicos, proporciona un control y un cumplimiento inigualables para los datos sensibles o regulados. Algunas organizaciones también adoptan un enfoque híbrido, combinando la infraestructura local con soluciones de nube pública o compartida para equilibrar el control con la escalabilidad y la rentabilidad..Características distintivas de la infraestructura local en pocas palabras
Las características clave que definen las soluciones locales son:
- Propiedad total de los datos: Las empresas mantienen el control total sobre el almacenamiento, el acceso y la gestión de los datos sin la intervención de terceros.
- Seguridad mejorada: Se pueden implementar protocolos de seguridad personalizados, incluidos cortafuegos, encriptación y medidas de control de acceso.
- Flexibilidad de personalización: las configuraciones de hardware y software pueden adaptarse a los requisitos operativos específicos, garantizando la compatibilidad con los sistemas heredados.
- Independencia operativa: La infraestructura local elimina la dependencia de proveedores de servicios externos, garantizando operaciones ininterrumpidas incluso durante las interrupciones.
- Cumplimiento de la soberanía de datos: Las organizaciones pueden almacenar y procesar datos dentro de regiones geográficas específicas para cumplir los requisitos legales y normativos.
- Acceso local a los datos: Recuperación y procesamiento de datos más rápidos gracias a la latencia reducida y al acceso directo a los servidores in situ.
- Mayor inversión inicial: Los importantes costes iniciales de hardware, software y mantenimiento se compensan con la reducción de los gastos operativos corrientes (OPEX), lo que proporciona control y estabilidad financiera a largo plazo.
Siga leyendo para descubrir cómo estas características aportan ciertas ventajas y también inconvenientes
Ventajas de la implantación local
La implantación in situ ofrece a las empresas un control total sobre su infraestructura informática, lo que les permite gestionar los datos confidenciales de forma segura dentro de sus propias instalaciones. Este control reduce los riesgos asociados al acceso de terceros, por lo que resulta ideal para organizaciones con estrictos requisitos de seguridad y privacidad de los datos. Dado que todo el sistema se aloja internamente, las empresas pueden aplicar protocolos de seguridad sólidos, incluidos cortafuegos personalizados, normas de cifrado y controles de acceso.
Otra ventaja clave es el mayor cumplimiento de las normativas del sector. Muchos sectores, como la sanidad, las finanzas y la administración pública, exigen el cumplimiento estricto de las leyes de protección de datos y la residencia geográfica de los datos. Las implantaciones in situ permiten a las organizaciones mantener el pleno cumplimiento de la normativa al conservar los datos sensibles dentro de su entorno controlado, lo que garantiza el cumplimiento de leyes como GDPR, HIPAA o PCI-DSS.
La infraestructura local también proporciona mayores capacidades de personalización e integración. Las empresas pueden adaptar sus configuraciones de hardware y software para satisfacer requisitos operativos únicos. Además, los sistemas alojados localmente ofrecen un rendimiento superior gracias a una latencia reducida y un procesamiento de datos más rápido. Esto garantiza un funcionamiento sin problemas incluso durante periodos de alta demanda o conectividad a Internet limitada, lo que hace que los sistemas locales sean ideales para las aplicaciones empresariales críticas.
Inconvenientes y retos de la implantación local
A pesar de sus muchas ventajas, la implantación en las instalaciones conlleva importantes costes iniciales. Las organizaciones deben invertir mucho en la compra de hardware, la concesión de licencias de software y la creación de una infraestructura de TI segura. Además, los gastos continuos por el consumo de energía, el mantenimiento del sistema y las actualizaciones de hardware pueden sumarse al coste total de propiedad, lo que hace que las soluciones in situ resulten menos atractivas para las empresas más pequeñas con presupuestos limitados.
Otro reto importante es la necesidad de conocimientos informáticos internos. Las empresas deben emplear a profesionales de TI cualificados para gestionar, mantener y solucionar los problemas de su infraestructura. Esto incluye tareas como las actualizaciones de software, los parches de seguridad y la supervisión del sistema. Sin un equipo de TI dedicado, las organizaciones pueden tener dificultades para mantener la estabilidad y la seguridad de su entorno local, lo que puede provocar tiempos de inactividad o vulnerabilidades.
La escalabilidad también es más compleja con los sistemas locales. A medida que crecen las necesidades de la empresa, el escalado de la infraestructura requiere la adquisición de hardware y espacio físico adicionales, lo que se traduce en plazos potencialmente largos y costes más elevados. Por el contrario, los servicios basados en la nube ofrecen opciones de escalado más flexibles, lo que facilita la adaptación a la evolución de las demandas empresariales. Esta limitación puede dificultar la agilidad empresarial y la capacidad de respuesta en mercados que cambian rápidamente.
Soluciones locales y soberanía de datos
La implantación in situ garantiza la propiedad y el control completos de la infraestructura informática, lo que permite a las empresas gestionar los sistemas críticos con independencia de terceros proveedores. Esto reduce los riesgos asociados a las interrupciones del servicio o a las perturbaciones externas, garantizando un acceso ininterrumpido a los recursos esenciales y manteniendo la coherencia de las operaciones empresariales.
Además, las soluciones locales permiten a las organizaciones personalizar ampliamente sus entornos informáticos. Los sistemas heredados que pueden no ser compatibles con los servicios en la nube pueden integrarse sin problemas, mientras que las configuraciones de hardware y software pueden adaptarse a las necesidades empresariales específicas sin limitaciones externas. Esta personalización admite flujos de trabajo únicos y procesos propios esenciales para industrias especializadas.
Además, las empresas se benefician del acceso directo y local a sus datos. Dado que la información se almacena internamente, la recuperación y el procesamiento de los datos se producen rápidamente sin depender de la conectividad a Internet. Esto reduce la latencia y garantiza unas operaciones fluidas, especialmente para las industrias que requieren un procesamiento de datos en tiempo real y aplicaciones de alto rendimiento.
Los sistemas locales también permiten la asignación exclusiva de recursos, garantizando que no se compartan con entidades externas. Las organizaciones pueden priorizar la distribución de recursos en función de las necesidades departamentales, la hora del día o las demandas específicas de un proyecto, garantizando un rendimiento óptimo para las tareas críticas durante los periodos punta o en momentos clave, como el procesamiento de fin de mes.
Por último, la infraestructura local admite estrictos requisitos de residencia y soberanía de los datos. Los datos sensibles pueden almacenarse y procesarse dentro de regiones geográficas específicas para cumplir con los mandatos normativos. Las empresas pueden aplicar políticas de protección de datos de acuerdo con las normas específicas del sector, manteniendo tanto el cumplimiento legal como la seguridad operativa.
Preguntas frecuentes
- ¿Cuáles son las consideraciones de coste a largo plazo de la implantación in situ?
Aunque las soluciones locales implican importantes inversiones iniciales en hardware, software e infraestructura, pueden resultar rentables a largo plazo. Las empresas evitan las cuotas de suscripción recurrentes asociadas a los servicios en la nube y conservan la plena propiedad de sus activos informáticos. - ¿Cómo garantiza la implantación local una mayor seguridad de los datos?
La implantación in situ permite a las empresas aplicar medidas de seguridad personalizadas y adaptadas a sus necesidades específicas. Esto incluye cortafuegos avanzados, protocolos de encriptación y controles de seguridad física. Dado que los datos nunca salen de las instalaciones de la organización, el riesgo de brechas externas y accesos no autorizados se reduce significativamente. - ¿Es escalable la implantación in situ?
Sí, pero la escalabilidad puede suponer un reto en comparación con las soluciones en la nube. Ampliar un entorno local requiere adquirir hardware adicional, conseguir más espacio físico y gestionar las actualizaciones de TI. Este proceso puede llevar mucho tiempo y resultar caro, sobre todo para las empresas en rápido crecimiento. - ¿Qué tipo de empresas se benefician más de las soluciones locales?
Las empresas de sectores con requisitos de cumplimiento estrictos, como el financiero, el sanitario y el gubernamental, suelen preferir la implantación local por sus sólidas capacidades de control y seguridad de los datos. Las organizaciones con sistemas heredados o entornos informáticos muy personalizados también se benefician, ya que las soluciones locales admiten una profunda integración y una amplia personalización.