Sus tweets no son el monstruo chupador de energía que pensábamos, pero las cosas podrían empeorar
A medida que los datos se han convertido en una de las monedas más cotizadas del mundo, los centros de datos diseñados para albergarlos también han crecido, junto con su huella de carbono. Según estimaciones recientes, los centros de datos representan el uno por ciento del consumo total de electricidad en todo el mundo, y los analistas llevan años prediciendo que esta tendencia no haría sino empeorar a medida que aumentara la demanda de centros de datos.