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¿Qué es una aplicación nativa de la nube?

Aplicación nativa en la nube

Una aplicación nativa de la nube es un tipo de aplicación de software diseñada y desarrollada específicamente para aprovechar al máximo los marcos y servicios de la computación en nube. A diferencia de las aplicaciones tradicionales, que pueden alojarse en la nube pero no están optimizadas para entornos de nube, las aplicaciones nativas de la nube se construyen desde cero para funcionar sin problemas en la nube. Esto significa que pueden ampliarse o reducirse eficazmente en función de la demanda, mantener una alta disponibilidad y resistencia, y facilitar actualizaciones y mejoras rápidas y continuas.

Normalmente, las aplicaciones nativas de la nube logran estas capacidades a través de varios principios arquitectónicos y operativos clave:

Arquitectura de microservicios: Este enfoque descompone la aplicación en servicios más pequeños e independientes, cada uno responsable de una función específica. Estos microservicios se comunican entre sí a través de API. De este modo, cada servicio puede desarrollarse, desplegarse y escalarse de forma independiente, lo que aumenta la flexibilidad y agilidad generales de la aplicación.

Containerización: Los contenedores son unidades ligeras y portátiles que empaquetan una aplicación junto con todas sus dependencias. La contenerización garantiza que la aplicación se ejecute de forma coherente en distintos entornos, desde el portátil de un desarrollador hasta un servidor de pruebas o un entorno de producción. Los contenedores simplifican el proceso de despliegue y mejoran la fiabilidad de las aplicaciones nativas de la nube.

Orquestación dinámica: Las herramientas de orquestación se utilizan para gestionar el despliegue, el escalado y el funcionamiento de las aplicaciones en contenedores. Estas herramientas automatizan los procesos de lanzamiento, supervisión y mantenimiento de los contenedores, garantizando que la aplicación pueda adaptarse a las demandas cambiantes y recuperarse rápidamente de los fallos.

DevOps y CI/CD: DevOps es un conjunto de prácticas que combina el desarrollo de software (Dev) y las operaciones de TI (Ops), con el objetivo de acortar el ciclo de vida de desarrollo y entregar software de alta calidad de forma continua. Las canalizaciones de integración continua/entrega continua (CI/CD) automatizan la creación, las pruebas y el despliegue de las aplicaciones, lo que permite realizar lanzamientos frecuentes y fiables. Esto permite actualizar y mejorar rápidamente las aplicaciones nativas de la nube en respuesta a los comentarios de los usuarios y a los cambios del mercado.

Resistencia y escalabilidad: Las aplicaciones nativas de la nube están construidas para ser resistentes, lo que significa que pueden manejar los fallos con elegancia sin un tiempo de inactividad significativo. También están diseñadas para escalar de forma eficiente; por ejemplo, si se produce un pico repentino en la actividad de los usuarios, la aplicación puede asignar automáticamente más recursos para gestionar el aumento de la carga y volver a escalar cuando la demanda disminuya.

Retos y consideraciones para las aplicaciones nativas de la nube

Las aplicaciones nativas de la nube presentan diversos retos y consideraciones. Por ejemplo, un reto importante es la complejidad de los microservicios. La transición de una arquitectura monolítica a una de microservicios puede complicar el despliegue, la supervisión y la gestión. Cada microservicio requiere una atención individualizada, y garantizar una comunicación fluida entre los servicios requiere una sólida gestión de la red y estrategias de gestión de errores.

La gestión de contenedores y la orquestación añaden otra capa de complejidad. Aunque los contenedores ofrecen coherencia y portabilidad, manejar muchos contenedores puede ser todo un reto. Herramientas como Kubernetes requieren una experiencia significativa para su configuración y mantenimiento, lo que exige personal cualificado para una gestión eficaz. Además, la implantación de las prácticas DevOps y CI/CD implica un cambio cultural significativo dentro de una organización. Los equipos de desarrollo y operaciones deben colaborar estrechamente, lo que exige cambios en los procesos y la mentalidad. Integrar varias herramientas para el control de versiones, la automatización de la compilación, las pruebas y el despliegue puede resultar complejo y llevar mucho tiempo.

La seguridad es otra preocupación crítica. El uso de múltiples microservicios y contenedores aumenta la superficie de ataque, lo que requiere estrategias de seguridad integrales. La naturaleza dinámica de las aplicaciones nativas de la nube, con la frecuente creación y destrucción de contenedores, complica el mantenimiento de políticas de seguridad coherentes, lo que hace que las herramientas de seguridad automatizadas sean esenciales. Por último, la gestión de costes es una consideración crucial. Aunque las aplicaciones nativas de la nube pueden mejorar la eficiencia y la escalabilidad, también pueden provocar un aumento de los costes de la nube si no se gestionan adecuadamente. Se necesitan políticas eficientes de asignación de recursos y escalado para optimizar los costes, y el modelo de pago por uso requiere una estrecha supervisión para evitar gastos inesperados.

Ventajas de las aplicaciones nativas de la nube

Las aplicaciones nativas de la nube ofrecen numerosas ventajas que mejoran significativamente la eficiencia, la escalabilidad y la resistencia del desarrollo y la implantación del software. Estas ventajas hacen de las aplicaciones nativas en la nube una opción atractiva para las empresas modernas.

Escalabilidad: Una de las ventajas más destacadas de las aplicaciones nativas de la nube es su capacidad para escalar de forma eficiente. Dado que estas aplicaciones están diseñadas para ejecutarse en entornos de nube, pueden ampliarse o reducirse fácilmente en función de la demanda. El aprovechamiento de hardware como los procesadores Intel Xeon 6 con núcleos E, que están optimizados para cargas de trabajo nativas de la nube, mejora esta escalabilidad al proporcionar la potencia de procesamiento necesaria para gestionar eficazmente las cargas variables. Esta elasticidad garantiza un uso óptimo de los recursos y mantiene el rendimiento durante los picos de carga sin sobreaprovisionar durante los periodos de baja demanda.

Resistencia: Las aplicaciones nativas de la nube están construidas para manejar los fallos con elegancia. Con una arquitectura de microservicios, si falla un componente, no necesariamente se cae todo el sistema. Esta capacidad de recuperación garantiza una mayor disponibilidad y fiabilidad, que son fundamentales para mantener la continuidad de las operaciones empresariales.

Agilidad y velocidad: El uso de microservicios, contenedores y conductos CI/CD acelera los procesos de desarrollo y despliegue. Los desarrolladores pueden trabajar en servicios individuales de forma independiente, lo que reduce los ciclos de desarrollo y acelera el lanzamiento de nuevas funciones y actualizaciones. Las prácticas de integración y entrega continuas garantizan que el nuevo código pueda probarse y desplegarse rápidamente, mejorando la capacidad de responder a los cambios del mercado y a los comentarios de los clientes.

Portabilidad: La contenedorización garantiza que las aplicaciones se ejecuten de forma coherente en distintos entornos, desde el desarrollo hasta la producción. Esta portabilidad reduce el riesgo de problemas específicos del entorno y simplifica el proceso de despliegue, facilitando el traslado de aplicaciones entre los centros de datos locales y los distintos proveedores de la nube.

Eficiencia de costes: Al optimizar la asignación de recursos y utilizar los servicios de la nube en régimen de pago por uso, las aplicaciones nativas de la nube pueden reducir los costes operativos. Las organizaciones pueden evitar los gastos asociados al sobreaprovisionamiento y pueden escalar los recursos en función de las necesidades reales, lo que conduce a un uso más eficiente de la infraestructura.

Colaboración mejorada: La adopción de prácticas DevOps promueve una mejor colaboración entre los equipos de desarrollo y operaciones. Este cambio cultural conduce a una mejora de los flujos de trabajo, a una resolución más rápida de los problemas y a un enfoque más cohesionado del desarrollo y la implantación del software. La integración de herramientas automatizadas de pruebas y despliegue agiliza aún más estos procesos, reduciendo los errores humanos y aumentando la eficiencia general.

Seguridad mejorada: Aunque la gestión de la seguridad en entornos nativos de la nube puede ser compleja, el uso de herramientas y prácticas de seguridad automatizadas puede mejorar la postura general de seguridad. La supervisión continua, las actualizaciones automatizadas y las políticas de seguridad integradas en la canalización CI/CD ayudan a identificar y mitigar las vulnerabilidades con rapidez.

Innovación y experimentación: La naturaleza modular de los microservicios permite una mayor experimentación e innovación. Los equipos pueden desarrollar y desplegar nuevos servicios o características de forma independiente, probarlos de forma aislada e iterar rápidamente basándose en los comentarios. Esto fomenta una cultura de innovación y permite a las empresas seguir siendo competitivas adaptándose rápidamente a las nuevas tendencias y tecnologías.

Preguntas frecuentes

  1. ¿Cómo mejoran la resiliencia las aplicaciones nativas de la nube?
    Las aplicaciones nativas de la nube mejoran la resiliencia gracias a su arquitectura de microservicios. Al dividir las aplicaciones en servicios más pequeños e independientes, garantizan que el fallo de un componente no afecte a todo el sistema. Este diseño aumenta la disponibilidad y fiabilidad general de la aplicación.
  2. ¿Qué es una aplicación nativa frente a una aplicación en la nube?
    Una aplicación nativa está diseñada para ejecutarse en una plataforma o dispositivo específico, aprovechando las características del hardware y del sistema operativo del dispositivo. Estas aplicaciones suelen descargarse e instalarse desde una tienda de aplicaciones. Por el contrario, una aplicación en la nube se aloja en servidores en la nube y se accede a ella a través de un navegador web. Las aplicaciones en la nube pueden ejecutarse en múltiples plataformas y dispositivos, lo que ofrece una mayor flexibilidad y escalabilidad en comparación con las aplicaciones nativas.
  3. ¿Por qué son importantes los contenedores para las aplicaciones nativas de la nube?
    Los contenedores son importantes para las aplicaciones nativas de la nube porque empaquetan la aplicación y sus dependencias en una sola unidad que puede ejecutarse de forma coherente en distintos entornos. Esta portabilidad simplifica el despliegue, reduce los problemas específicos del entorno y garantiza un rendimiento coherente en los entornos de desarrollo, pruebas y producción.
  4. ¿Cómo contribuye DevOps a las aplicaciones nativas de la nube?
    DevOps contribuye a las aplicaciones nativas de la nube fomentando la colaboración entre los equipos de desarrollo y operaciones, agilizando los flujos de trabajo y automatizando los procesos. Este cambio cultural y el uso de canalizaciones CI/CD permiten un rápido desarrollo, prueba y despliegue de las aplicaciones, lo que conduce a ciclos de lanzamiento más rápidos y a un software de mayor calidad.