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¿Qué es el almacenamiento secundario?

Almacenamiento secundario

El almacenamiento secundario se refiere a los dispositivos y medios de almacenamiento no volátiles que se utilizan para almacenar datos a largo plazo. A diferencia del almacenamiento primario, que suele ser una memoria volátil como la RAM y a la que la CPU puede acceder directamente, el almacenamiento secundario se utiliza para almacenar datos, aplicaciones y sistemas operativos que no se utilizan activamente pero que deben permanecer disponibles para su recuperación. Normalmente se accede a él mediante operaciones de E/S y está optimizado para ofrecer capacidad, durabilidad y rentabilidad más que velocidad.

El almacenamiento secundario es esencial para guardar sistemas operativos, aplicaciones de software, copias de seguridad y datos de usuario. Entre los tipos más comunes de dispositivos de almacenamiento secundario se encuentran las unidades de disco duro (HDD), las unidades de estado sólido (SSD), los discos ópticos (como los DVD) y las cintas magnéticas. Estas soluciones de almacenamiento son fundamentales tanto para la informática personal como para las infraestructuras informáticas de las empresas.

Cómo se utiliza el almacenamiento secundario

El almacenamiento secundario se integra en las infraestructuras informáticas para dar soporte a un almacenamiento de datos persistente y de gran capacidad en toda una serie de cargas de trabajo operativas y analíticas. En los centros de datos, suele desplegarse a través de sistemas de almacenamiento en red como SAN(Storage Area Network) o NAS(Network-Attached Storage), que proporcionan acceso centralizado a grandes volúmenes de datos. El almacenamiento secundario desempeña un papel fundamental en las estrategias de copia de seguridad de datos y recuperación ante desastres, donde se utiliza para almacenar copias de seguridad programadas, puntos de recuperación e imágenes del sistema.

También admite cargas de trabajo de almacenamiento de datos e inteligencia empresarial al albergar conjuntos de datos estructurados y no estructurados que se consultan para realizar análisis de tendencias e informes a largo plazo. En entornos virtualizados, el almacenamiento secundario se utiliza para mantener imágenes de máquinas virtuales, instantáneas y plantillas a las que se accede de forma intermitente pero que deben permanecer persistentes y accesibles. Además, el almacenamiento secundario sustenta los sistemas de gestión de activos multimedia y las soluciones de vigilancia almacenando vídeo, imágenes y otros archivos de gran ancho de banda que requieren escalabilidad por encima de velocidad.

En función de la carga de trabajo, las organizaciones pueden elegir entre distintos tipos de soportes, como discos duros SATA de gran capacidad para archivado, unidades SSD para un acceso más rápido a conjuntos de datos de uso poco frecuente o almacenamiento de objetos basado en la nube para un acceso distribuido geográficamente y una escalabilidad elástica.

Almacenamiento secundario frente a almacenamiento primario y terciario

El almacenamiento secundario difiere significativamente del primario y del terciario en términos de velocidad, volatilidad, coste y uso previsto. El almacenamiento primario se refiere a sistemas de memoria como la RAM y la caché a los que accede directamente la CPU. Se trata de medios de almacenamiento volátiles y de alta velocidad que se utilizan para operaciones temporales de datos y son esenciales para el procesamiento de alto rendimiento y en tiempo real. Por el contrario, el almacenamiento secundario es no volátil, más lento y está diseñado para la retención de datos a largo plazo. No interactúa directamente con la CPU, sino que se accede a él mediante operaciones de E/S, lo que lo hace adecuado para el almacenamiento persistente de sistemas operativos, datos de aplicaciones y archivos de usuario.

El almacenamiento terciario, por su parte, se refiere a sistemas aún más lentos y rentables que el almacenamiento secundario, utilizados principalmente para el archivo y la conservación de datos a largo plazo. El almacenamiento terciario suele implicar bibliotecas de cintas robotizadas o soportes fuera de línea que no son accesibles al instante y pueden requerir intervención manual o mecanismos de recuperación automatizados. Mientras que el almacenamiento secundario equilibra el rendimiento y la capacidad para el acceso rutinario y la protección de datos, el almacenamiento terciario está optimizado para la máxima capacidad y longevidad de los datos con una frecuencia de acceso mínima.

Los tres niveles trabajan juntos dentro de jerarquías de datos para dar soporte a diferentes requisitos de rendimiento y retención, garantizando que los sistemas puedan escalarse de forma eficiente a la vez que se mantiene la accesibilidad y durabilidad de los datos.

Ventajas e inconvenientes del almacenamiento secundario

Una de las principales ventajas del almacenamiento secundario es su capacidad para proporcionar una retención de datos no volátil y de gran capacidad a un coste por gigabyte inferior en comparación con la memoria primaria. Es compatible con el almacenamiento persistente de datos, lo que permite a los sistemas conservar la información incluso tras una pérdida de alimentación. El almacenamiento secundario también es altamente escalable y puede configurarse para redundancia y tolerancia a fallos, lo que lo hace adecuado para entornos empresariales que requieren capacidades fiables de conservación de datos, cumplimiento de normativas y recuperación ante desastres.

Sin embargo, el almacenamiento secundario suele ofrecer velocidades de acceso a los datos más lentas que la memoria primaria debido a su dependencia de las operaciones de E/S basadas en disco o en red. No es ideal para el procesamiento en tiempo real ni para tareas que requieran un acceso inmediato a los datos. Además, la gestión de sistemas de almacenamiento secundario a gran escala puede introducir complejidad en términos de gestión del ciclo de vida de los datos, seguridad y latencia, especialmente cuando se utilizan soluciones remotas o basadas en la nube.

Tendencias futuras del almacenamiento secundario

A medida que la generación de datos continúa acelerándose, el futuro del almacenamiento secundario está cada vez más determinado por los avances en escalabilidad, eficiencia y gestión inteligente de datos. Las arquitecturas de almacenamiento emergentes están aprovechando el almacenamiento basado en objetos y el almacenamiento definido por software (SDS) para proporcionar sistemas más flexibles y distribuidos que pueden escalar horizontalmente en entornos en la nube y locales. Tecnologías como NVMe-over-Fabrics (NVMe-oF) también están ganando tracción, permitiendo un acceso más rápido a los recursos de almacenamiento secundario a través de entornos en red mediante la reducción de la latencia y la mejora del rendimiento.

La inteligencia artificial y el aprendizaje automático se están integrando en los sistemas de gestión del almacenamiento para optimizar la ubicación de los datos, automatizar la clasificación por niveles y mejorar la detección de anomalías para garantizar la integridad de los datos. Paralelamente, la sostenibilidad se está convirtiendo en un motor clave en el desarrollo del almacenamiento secundario, impulsando innovaciones en unidades de baja potencia y alta densidad y técnicas de refrigeración eficientes desde el punto de vista medioambiental. A medida que las organizaciones adopten estrategias híbridas y multi-nube, el almacenamiento secundario seguirá evolucionando para apoyar la movilidad de datos sin fisuras, la retención a largo plazo y el acceso seguro a través de entornos de TI cada vez más complejos.

Preguntas frecuentes

  1. ¿Es la memoria ROM una forma de almacenamiento secundario?
    No, la ROM (memoria de sólo lectura) no se considera almacenamiento secundario. La ROM es un tipo de almacenamiento primario no volátil que se utiliza para almacenar firmware o instrucciones permanentes necesarias para la inicialización del hardware. Es directamente accesible por la CPU y no funciona como almacenamiento de datos a largo plazo y accesible por el usuario.
  2. ¿En qué se diferencia el almacenamiento secundario de la memoria caché?
    La memoria caché es una memoria volátil de alta velocidad situada cerca de la CPU y se utiliza para almacenar temporalmente datos a los que se accede con frecuencia. El almacenamiento secundario, por el contrario, no es volátil y es mucho más lento, pero ofrece mucha más capacidad y se utiliza para la retención de datos a largo plazo.
  3. ¿Se puede utilizar el almacenamiento secundario en la computación en nube?
    Sí, los entornos de computación en nube dependen en gran medida del almacenamiento secundario para alojar datos, máquinas virtuales, contenedores de aplicaciones y copias de seguridad. Los sistemas de almacenamiento de objetos basados en la nube, como Amazon S3 o Azure Blob Storage, son ejemplos de almacenamiento secundario en una infraestructura virtualizada.
  4. ¿Cuál es el papel del almacenamiento secundario en la copia de seguridad y recuperación de datos?
    El almacenamiento secundario desempeña un papel fundamental en las estrategias de copia de seguridad y recuperación. Permite a las organizaciones recuperarse de fallos del sistema, corrupción de datos o ciberataques restaurando los datos desde fuentes de almacenamiento secundario como unidades externas, bibliotecas de cintas o sistemas de almacenamiento basados en la nube. Estas copias de seguridad deben programarse con regularidad.